UN NUEVO AÑO ESCOLAR COMIENZA
Algunos con mucha alegría, otros con gran expectativa, otros renuentes a dejar sus vacaciones, otros con recelo porque el año anterior no fue muy bueno… regresan nuevamente a clases o vienen por vez primera a ellas. Sin embargo, cualesquiera que sean los sentimientos por los que hoy están en la escuela, hay una idea común que debe estar presente en nuestras mentes y en nuestros corazones: “la educación es el arma más poderosa para cambiar al hombre que cambiará al mundo”…bajo esta premisa, la escuela adquiere una relevante connotación pues es en ella donde se imparten los aprendizajes que dan respuesta a los grandes desafíos de una compleja sociedad como lo es la del siglo XXI donde lo único permanente es el constante cambio.
En ese sentido, es responsabilidad nuestra como ente rector de la educación en la región darle un nuevo rostro a la escuela, logrando que en ella se imparta un servicio educativo de calidad, logrando que sea un lugar seguro y acogedor, logrando que se transforme en el lugar donde nuestros estudiantes asistan con gozo y retados diariamente a lograr esos aprendizajes que les permitirán insertarse con éxito en la sociedad, una sociedad a su vez que necesita de ciudadanos con gran manejo de competencias diversas y de valores éticos que garanticen el mantenimiento de la democracia y del estado de derecho como los cimientos donde se erijan los pilares de la búsqueda del bien común, del cuidado del ambiente, de la inclusión social, de la interculturalidad y de la búsqueda de la excelencia, entre otros.
Moquegua, ha ocupado los primeros lugares en la ECE durante varios años; ese importante logro que se ha concretizado básicamente en el esfuerzo de mantenerlo y hacerlo sostenible en el tiempo y que ha permitido que Moquegua, una región pequeña, se gane un sitial importante en el Perú y que todas las demás regiones tengan sus ojos puestos en nosotros, se ha debido sin duda alguna al encomiable esfuerzo de los maestros y maestras comprometidos con la educación y del carácter y temperamento de nuestros estudiantes que supieron resistir las exigencias de una enseñanza que iba más allá de los horarios de clase, porque nuestros estudiantes, los hijos de Moquegua están hechos de buena madera y sólo se necesitaron las manos artísticas y laboriosas de nuestros buenos maestros para tallarla, porque son de buen talante. No podemos soslayar el trabajo comprometido de los padres de familia que juntos con los maestros jalaron las riendas de la educación de sus hijos en un mismo sentido y con la vista puesta en la meta: alcanzar los estándares de aprendizaje a los que tienen derecho. A esos padres comprometidos mi mejor agradecimiento y mi humilde solicitud de que sigan jalando junto con nosotros esas invisibles cuerdas que nos llevaran a alcanzar la meta de que Moquegua siga ocupando los primeros lugares en la educación peruana. Por último mi reconocimiento a las autoridades que facilitaron los medios y recursos a través de políticas claras para poner en primer lugar a la educación porque comprenden que un pueblo que fortalece su educación garantiza su desarrollo y progreso.
Hoy que empieza un nuevo año escolar, mi deseo y compromiso es hacer de la escuela el mejor lugar para aprender y exhortarlo a ustedes queridos y queridas estudiantes a superar los logros de sus compañeros y compañeras que nos hicieron sentir felices con los éxitos que alcanzaron y a ustedes apreciados maestros y maestras exhortarlos a seguir desempeñando ese notable tarea en el aula y que trasciende fuera de ella, recordando en todo momento que nosotros y especialmente ustedes pueden mantenerse firmes sobre los hombros de los y las gigantes que los precedieron.
Prof. Renso Quiroz Vargas
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